Su motor grafico Geo-Mod 2.5 es impresionante, dandole una calidad grafica increible a este juego, asi como se ven las presentaciones y las partes cinematograficas del juego, asi mismo se ve en cuanto uno entra a la accion, es decir a la hora de jugar.
Lamentablemente el juego no posee un multijugador cooperativo para la campaña, pero el juego si posee el modo Epidemia el cual se puede jugar en cooperativo on line y tambien en redes locales, lo malo es que en el modo epidemia pueden jugar 2 o mas jugadores a pantalla dividida tendrian que hacer una interconexion local para ambos poder jugar el modo epidemia.
Darius Mason |
Mason reparando el camino para poder continuar. |
El título de Volition, como es costumbre en casi todo lo que desarrolla el estudio de Illinois, es de todo menos previsible o tradicional, y está ahí precisamente la fuerza de su experiencia jugable. Pese a que su diseño de misiones es de lo más convencional, lo cierto es que el empleo de las armas y el entorno destructible que nos rodea son las claves de su condición distintiva, y en un momento en el que los shooters son tan genéricos es algo que hay que valorar positivamente.
Y es que en muchos sentidos Armageddon es típico e incluso tópico. Avanzamos a través de niveles muy lineales y con muy pocas alternativas a la hora de permitirse que nos "salgamos del lienzo", todo ello con misiones que generalmente pasan por acabar con todos los enemigos, destruir instalaciones, proteger posiciones claves o reconstruir estructuras. Sí, es un Red Faction y hemos dicho "reconstruir" y no "destruir". Darius hace uso de un accesorio adosado a su brazo para rearmar lo que previamente hayamos (nosotros o nuestros enemigos) echado abajo.
Las opciones de destrucción vuelven a la carga, y están aderezadas por un arsenal más variado en esta ocasión gracias a algunas incorporaciones ciertamente imaginativas. Vuelven las clásicas armas de asalto, escopetas, lanzagranadas, etcétera... pero también debutan otras como el arma magnética que nos permite fijar dos puntos (uno de recogida y otro de proyección) y lanzar objetos o incluso enemigos en la dirección deseada. El cañón de singularidad, por otra parte, es otro de los grandes pilares del arsenal puesto que nos permite crear una suerte de vórtice capaz de absorber todo lo que lo rodea. Otras como el XNG o el cañón de plasma directamente desintegran los objetos que entran en contacto con sus proyectiles, siempre con formidables resultados en lo estético.
Deberemos acabar con centenares de criaturas enemigas en estrechos pasillos y estancias subterráneas, mientras peleamos en entornos en los que sólo las partes arquitectónicas pueden echarse abajo. Este es el principal problema del título, que resulta bastante repetitivo en todos sus patrones a partir de un determinado momento del modo historia, y que su campaña no es particularmente larga, más bien todo lo contrario. Al fin y al cabo la experiencia se reducirá principalmente a avanzar por túneles X metros, acabar con una oleada de criaturas y repetir la operación una vez detrás de otra. Es divertido, sí, pero la experiencia puede volverse algo reiterativa a medio plazo. En unas siete horas podemos superar todos los retos que trae consigo el Modo Historia del juego, y si bien esto no es un problema en otros shooters que apuestan por un ritmo trepidante y por opciones multijugador muy ricas, en ninguno de los dos sentidos brilla especialmente el juego de Volition.
De hecho el nuevo Red Faction renuncia casi por completo a las opciones competitivas, puesto que según sus responsables no encajan bien con el concepto del juego. Así pues toda la oferta on-line del juego queda reducida al modo Epidemia y al modo Ruina. En el primero podemos disfrutar a través de internet, mediante LAN o sin conexión de una suerte de modo Horda en el que en casi 20 mapas deberemos defender estructuras de oleadas de enemigos o sencillamente sobrevivirlas solos o acompañados. El modo es divertido, y se ve beneficiado de los premios en base a puntos de experiencia que, al igual que en la campaña, nos permitirán desbloquear armas y mejoras como los clásicos aumentos de salud, mejoras de apuntado, incrementos de daño, etcétera...
El modo Ruina, por su parte, exige la activación con un código a canjear incluido en el embalaje y nos permite escoger también un mapa de entre los cinco disponibles en el que destruir todas las estructuras a la vista, también solos o acompañados.
Hale, Principal antagonista del juego. |
En cuanto al sonido, Red Faction Armageddon toma la sorprendente decisión de no venir doblado a nuestro idioma, una extraña decisión teniendo en cuenta que Guerrilla hacía gala de un trabajo de localización de voces al español excelente. Un esfuerzo que en su momento valoramos de forma excepcionalmente positiva por tratarse de un sandbox, con el arrojo extra que aquello conllevaba, y que maximiza el factor sorpresa de que el nuevo juego llegue únicamente traducido en sus textos teniendo en cuenta que su prisma es menor.
Pese a todo es un buen juego el cual, merece estar en nuestra coleccion, claro pese a que su antescesor (Red Faction: Guerrilla) hizo un mejor trabajo eso no le quita meritos para este no sea un titulo de calidad y un titulo el cual no merezca jugarse.
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