lunes, 11 de julio de 2011

Red Faction: Armaggedon

Red Faction: Armagedon, es un shooter en 3era persona desarrollado por Voltion. Inc y distribuido por THQ, es la cuarta entrega de la serie Red Faction. Fue lanzado entre 07 y 10 de junio del 2011 en todo el mundo y esta disponible en PC, Xbox 360 , Playstation 3 y en Onlive en varios paises.

Su motor grafico Geo-Mod 2.5 es impresionante, dandole una calidad grafica increible a este juego, asi como se ven las presentaciones y las partes cinematograficas del juego, asi mismo se ve en cuanto uno entra a la accion, es decir a la hora de jugar.

Lamentablemente el juego no posee un multijugador cooperativo para la campaña, pero el juego si posee el modo Epidemia el cual se puede jugar en cooperativo on line y tambien en redes locales, lo malo es que en el modo epidemia pueden jugar 2 o mas jugadores a pantalla dividida tendrian que hacer una interconexion local para ambos poder jugar el modo epidemia.

En Armageddon seremos Darius Mason, descendiente del protagonista de Guerrilla.
Darius Mason
La historia de Armageddon no es precisamente un dechado de virtudes, pero hace sus labores con efectividad a la hora de plantear un estilo narrativo claro. Nuestro protagonista es descendiente directo de Alec Mason, y bajo el nombre de Darius Mason se encuentra en estos momentos entre las figuras más importantes de la resistencia marciana. ¿El nudo de la trama? No entraremos en detalles para evitar los posibles spoilers puesto que la historia del juego se va presentando conforme la vivimos en primera persona, pero sí podemos revelar que casi por accidente en una maniobra de rebeldía abriremos un acceso a las entrañas del planeta que liberará no sólo a peligrosas criaturas alienígenas de su interior, sino que también traerá consigo un nuevo y malvado supervillano. 


Las mecánicas de reconstrucción de estructuras son el gran atractivo de Red Faction: Armageddon.
Mason reparando el camino para poder continuar.
La estabilidad de Marte está en entredicho tras la torpe maniobra del grupo antisistema, y sólo los protagonistas tendrán la posibilidad de reconducir esta situación para devolver la paz al ya de por sí maltrecho y convulso planeta obrero. Armageddon es un título de acción en tercera persona muy lineal, y desde el principio exhibe su condición sin ningún tipo de cortapisa en contraposición al estilo totalmente libre de la entrega precedente. Así pues el nuevo Red Faction muestra sus cartas desde el primer instante de juego, con un planteamiento dividido en niveles que nos presenta un comienzo ambientado en la superficie de Marte, y que sólo tarda unos minutos en llevarnos hasta un mundo subterráneo en el que nos moveremos durante la mayor parte del videojuego. El juego no posee el sistema de covertura que tal vez caracteriza a muchos juegos en 3era persona, pero muchas veces no es necesario ya que los enemigos suelen ser muy rapidos y algunos muy fuertes por lo que a veces las coverturas no resisten.
El título de Volition, como es costumbre en casi todo lo que desarrolla el estudio de Illinois, es de todo menos previsible o tradicional, y está ahí precisamente la fuerza de su experiencia jugable. Pese a que su diseño de misiones es de lo más convencional, lo cierto es que el empleo de las armas y el entorno destructible que nos rodea son las claves de su condición distintiva, y en un momento en el que los shooters son tan genéricos es algo que hay que valorar positivamente.
Y es que en muchos sentidos Armageddon es típico e incluso tópico. Avanzamos a través de niveles muy lineales y con muy pocas alternativas a la hora de permitirse que nos "salgamos del lienzo", todo ello con misiones que generalmente pasan por acabar con todos los enemigos, destruir instalaciones, proteger posiciones claves o reconstruir estructuras. Sí, es un Red Faction y hemos dicho "reconstruir" y no "destruir". Darius hace uso de un accesorio adosado a su brazo para rearmar lo que previamente hayamos (nosotros o nuestros enemigos) echado abajo. 
 
 
 Las opciones de destrucción vuelven a la carga, y están aderezadas por un arsenal más variado en esta ocasión gracias a algunas incorporaciones ciertamente imaginativas. Vuelven las clásicas armas de asalto, escopetas, lanzagranadas, etcétera... pero también debutan otras como el arma magnética que nos permite fijar dos puntos (uno de recogida y otro de proyección) y lanzar objetos o incluso enemigos en la dirección deseada. El cañón de singularidad, por otra parte, es otro de los grandes pilares del arsenal puesto que nos permite crear una suerte de vórtice capaz de absorber todo lo que lo rodea. Otras como el XNG o el cañón de plasma directamente desintegran los objetos que entran en contacto con sus proyectiles, siempre con formidables resultados en lo estético.



Las bestias gigantescas serán una espectacular constante en la aventura. Enemigos descomunales, a la altura de su desafío.

Deberemos acabar con centenares de criaturas enemigas en estrechos pasillos y estancias subterráneas, mientras peleamos en entornos en los que sólo las partes arquitectónicas pueden echarse abajo. Este es el principal problema del título, que resulta bastante repetitivo en todos sus patrones a partir de un determinado momento del modo historia, y que su campaña no es particularmente larga, más bien todo lo contrario. Al fin y al cabo la experiencia se reducirá principalmente a avanzar por túneles X metros, acabar con una oleada de criaturas y repetir la operación una vez detrás de otra. Es divertido, sí, pero la experiencia puede volverse algo reiterativa a medio plazo. En unas siete horas podemos superar todos los retos que trae consigo el Modo Historia del juego, y si bien esto no es un problema en otros shooters que apuestan por un ritmo trepidante y por opciones multijugador muy ricas, en ninguno de los dos sentidos brilla especialmente el juego de Volition.
De hecho el nuevo Red Faction renuncia casi por completo a las opciones competitivas, puesto que según sus responsables no encajan bien con el concepto del juego. Así pues toda la oferta on-line del juego queda reducida al modo Epidemia y al modo Ruina. En el primero podemos disfrutar a través de internet, mediante LAN o sin conexión de una suerte de modo Horda en el que en casi 20 mapas deberemos defender estructuras de oleadas de enemigos o sencillamente sobrevivirlas solos o acompañados. El modo es divertido, y se ve beneficiado de los premios en base a puntos de experiencia que, al igual que en la campaña, nos permitirán desbloquear armas y mejoras como los clásicos aumentos de salud, mejoras de apuntado, incrementos de daño, etcétera...

El modo Ruina, por su parte, exige la activación con un código a canjear incluido en el embalaje y nos permite escoger también un mapa de entre los cinco disponibles en el que destruir todas las estructuras a la vista, también solos o acompañados.

Criaturas de pesadilla, supervillanos, alienígenas... ¡Marte en su máxima expresión!
Hale, Principal antagonista del juego.
En lo tecnológico. Puede que el apartado lumínico no sea formidable, puesto que al fin y al cabo estamos bajo tierra todo el tiempo, pero nos regala ocasionalmente algunas estampas francamente bellas; lo que unido a los espectaculares resultados que tiene cualquier forma de interacción con nuestro entorno nos ofrece una acción en pantalla impresionante. El título, además, se muestra francamente fluido, y otros elementos como la IA o el pulido general acusan un acabado muy bueno.
En cuanto al sonido, Red Faction Armageddon toma la sorprendente decisión de no venir doblado a nuestro idioma, una extraña decisión teniendo en cuenta que Guerrilla hacía gala de un trabajo de localización de voces al español excelente. Un esfuerzo que en su momento valoramos de forma excepcionalmente positiva por tratarse de un sandbox, con el arrojo extra que aquello conllevaba, y que maximiza el factor sorpresa de que el nuevo juego llegue únicamente traducido en sus textos teniendo en cuenta que su prisma es menor.

Pese a todo es un buen juego el cual, merece estar en nuestra coleccion, claro pese a que su antescesor (Red Faction: Guerrilla) hizo un mejor trabajo eso no le quita meritos para este no sea un titulo de calidad y un titulo el cual no merezca jugarse. 

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